Polémica electrónica
El deporte electrónico no recibe suficiente cobertura en los medios, pero es una actividad que atrae a millones de personas. Los videojuegos aún luchan por ganar reconocimiento como deporte apelando a la vertiente competitiva que ciertos títulos poseen. Cada día están más cerca de ello, pero mayor exposición y reconocimiento también significa más ojos mirando y juzgando lo que ocurre. Y las polémicas no tardan en surgir.
Recientemente hubo una gran polémica en torno a la competición internacional que, como cada año, organiza la International e-Sports Federation (Ie-SF) debido a que las finales finlandesas tenían competiciones a ciertos juegos (como Dota 2 o Ultra Street Fighter IV) que eran solo para hombres, sin ningún equivalente en las competiciones solo para mujeres. Tras la polémica, los organizadores rectificaron, abriendo las competiciones de hombres para que fuesen mixtas, mientras que las competiciones femeninas seguían siendo femeninas (Tekken Tag Tournament 2, que no tenía equivalente masculino), pasando de discriminar a la mujer a discriminar al hombre, y justificándolo con que la mujer tiene menos representación en los deportes electrónicos.
Al final, parece que la Ie-SF ha decidido que todas las competiciones estén abiertas a todo el mundo, con dos competiciones adicionales exclusivamente para mujeres. Concretamente Starcarft II y Tekken Tag Tournament 2, que contarán con dos competiciones, una mixta y otra femenina.
La Ie-SF hacía distinción originalmente entre competiciones masculinas y femeninas porque su objetivo es que los deportes electrónicos se reconozcan como deporte e incluso, por qué no, lleguen a tener representación en los Juegos Olímpicos. Por tanto, había separación de géneros al igual que en cualquier competición de deportes físicos. No obstante, mientras que hay razones fisiológicas para hacer separación de sexos en las competiciones físicas, no está tan claro si en los deportes electrónicos las diferencias entre sexos realmente suponen alguna ventaja de un género frente al otro.
Esto lanza algunas preguntas al aire. ¿Deberían competir por separado hombres y mujeres? ¿Pueden considerarse los videojuegos competitivos un deporte, para empezar? ¿Es suficiente la atención que reciben las competiciones de videojuegos o deberían recibir más apoyo, incluso por parte de organismos públicos?
[…] un artículo de opinión anterior se mencionaba la polémica suscitada en torno a la discriminación por sexo en las competiciones […]